Ya casi termino el bachillerato. Voy a extrañar muchísimo a mis amigos y el hecho de que voy a tener un motivo pragmático para salir de la cama en las mañanas. Después del 4 de noviembre, terminaré mis exámenes finales y estaré completamente libre, iniciando mi vida adulta tal cual y como los dioses mandan (y por dioses me refiero a mis padres).
Creo que el haber decidido terminar el bachillerato acá en Sydney ha cambiado completamente mi vida. No sólo estoy terminando mis estudios para progresar a la universidad, pero también estoy cambiando internamente. El yo de México ya no existe, ahora el yo presente es una combinación híbrida de la cultura mexicana y norteamericana con el ser libre australiano. Es extraño para mí pensar en cómo yo sería si no me hubiese venido acá. ¿Qué habría sido de mí?
Les dejo a ustedes con este pensamiento mío, muy muy mío…
Sé que con el pasar silencioso de un momento se pueden construir miles de memorias.
Sé que con el presente se puede jugar a la ruleta rusa con el destino; que aquello puede ser peligroso, uno nunca sabe qué podría pasar.
Pero creo que en cualquier preciso momento del ahora, todos somos capaces de cambiar quiénes somos y el camino que nos queda por delante en la vida.
Y quiero esforzarme en el presente para que en el futuro pueda decir “aquellos días fueron estupendos”.
Hasta pronto.
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